ZONA ZERO, Ainsa. Por la Selva de Irués.
Bon giorno.
Qué dura es la vuelta. Y qué bonica también. Una vez subido en la bicicleta empiezas a tener conciencia de lo duro que es este deporte. También sabes lo que va a ser sufrir, en la medida que eres consciente de tus limitaciones, con tu punto de forma por el suelo. Como solemos decir siempre: “La forma redonda, también es una forma”. Y si no que me lo pregunten a mí. Jodo Floro, qué de kilos extra me he echado a la espalda. Tanta ámbar, tanto frito, tanto ji-ji-ji, ja-ja-ja, al final zasca que la lycra se estira hasta que pide ayuda y se ven las letras de la propaganda tan separadas que parece un luminoso de propaganda en una marquesina. Ainsssss. En fin Serafín, que a lo que voy vengo. Este finde ….salida por la Zona Zero.
Allí estamos. La salida del Club As Cimas, que amablemente nos ha invitado a través de su coordinador en saraos de btt y a la sazón organizador de empandullos varios, ha tenido a bien contar con nuestra compañía para ejercitar la bici y la portería*..(*Dícese de aquella actividad que consiste en darle más a la lengua que al pedal). Un día con los colegas del club de montaña para poder convivir a ritmo humano de la subida a la Collada, en plena Peña Montañesa y su consiguiente bajada.
Así es. Un día de monte visto desde la perspectiva de los hombres de enduro pero sin olvidar en ningún momento de dónde venimos, todos montañeros irredentos. Por eso es bueno salir siempre en compañía y con diferentes grupos. Cada uno entiende este deporte de una forma distinta y cada cual tiene sus razones y argumentos los cuales son la base de sus motivaciones con respecto al btt. Yo suscribo también la forma de entender el deporte que tienen estos compañeros. La montaña es el destino, pero también el fundamento que basa nuestro sentimiento colectivo. La bici es el medio. No el fin último. Ahora bien, qué bueno es poder estar en condiciones y hacer una especialidad tan completa como el enduro con plenas garantías. No es fácil. No sólo hacen falta medios y buen material, también son necesarios los conocimientos en monte, orientación, mecánica, improvisación, resistencia, técnica sobra la máquina, valor, etc. Y mucho sentido común. Por eso salir al monte es algo más que echarse con la bici y las alpargatas a la buena de Dios. Es bueno destacarlo porque este grupo cuenta con las cualidades descritas y es necesario que se tenga presente para que cuando en un futuro se forme el grupo de enduro (Dios Menguante) que dependa de esta organización, se sigan los planteamientos originales que a mi gusto son los correctos.
Pero ahora a lo que nos interesa. Salida por la Selva de Irués.
As Cimas. Sept-2015. Zona Zero. Ruta ZZ008
Salida de Escalona. A buena hora. Sin forzar. Ya serían bien entradas las 10 de la mañana. Y con cafelito “inside” en el body serrano. Tocar marro en el pueblo y el tío Joselu, (el biker con los güevos más bajos del enduro aragonés, -algún día os contaré por qué-) necesita hacer un reajuste ………de intestinos. No problemo. Al bar. Lamadrequeparioapaneteyasuprima. No hacemos más que entrar en el servicio y casi se nos va la color. Un profesional había pasado por allí. Gensanta. Nuestro ídolo. A mí me costó echar un pisporris cero coma. Sin aliento me quedé, oiga. Así que la espera casi ni se notó.
Volvemos al grupo y nos juntamos los tres elementos que salimos de la ciudad del Cierzo. El tío Fernando –Tanano-, el tío Joselu –Mzungu- y una servidora –Lagartija-. Ya estaban prestos o casi, el grupo de As Cimas. Puntuales que son y bastante más responsables que nosotros en ese sentido. El tío Adri –Ñandú, Jesús –Tarrino- Ramiro –Ramisktm- y Miguel. Hasta un total de 7 ansiosos hombres de monte. Con ganas empezamos, es verdad, pero también con calma. Desde Escalona hay que seguir la carretera que lleva a Laspuña y sufrir la subida de asfalto y a partir de allí las vivencias son distintas. Por la pista asfaltada que lleva al Casal el sufrimiento es la nota destacada, pero al tomar la pista de tierra y piedra la cosa cambia radical. Aquí es pleno disfrute por el bosque. A pesar de la subida y los porcentajes altos de inclinación positiva sabemos que a la postre son simplemente un trámite que nos llevará al desenlace esperado. No hay más. Subida y sudor. Camisetas totalmente caladas y pañuelos a tope de agua. “Sal de mi cuerpo ámbar, maldita”. No sé si toda pero menuda sudada. Por otra parte, que no la de atrás, sabemos que la ruta tiene dos fases, la subida hasta la Collada y la parte de bajada que no conocemos… y que todos esperamos con ansia viva.
Una vez arriba y con el bocata aparcado entre las costillas, las consiguientes fotos y los vítores de rigor dan paso a las “mañorámicas” y fotos de postureo. Ahora toca bajar. Qué disfrute. Tomad el sendero de Foricón y bajar hasta el refugio. Desde aquí y a la izda llegaréis sin mucho pistear hasta el desvío de la Fuente Fornos y allí apretaos las cinchas. Ahora toca enduro del bueno.
Hasta ahora habíais calentado. Ajusta los empastes, tira de pantalón y ponte protecciones que llega lo bueno. Una senda a derecha con más trampas que una película de chinos te va a recibir con las raíces abiertas. Pura delicia oiga. Saltos, curvas reviradas con raíces, losas, peraltes, pasos recios de hombres sin miedo y poco talento, hasta llegar a desniveles imposibles en los que tienes fe o comes tierra. Una bendición para los frenos y los brazos mejor templados. Si tienes las cosas claras disfrutarás como cochino en charca, si no, ya puedes hacer ceprén hasta con el culo porque la galleta está asegurada.
El pobre Miguel que se está haciéndose a estos menesteres puede dar fe de esta redacción, menos mal que sin consecuencias. Una vez en la Fuente de Fornos y cruzado el arroyo empiezan los kms de sendero más duro y divertido de toda la ruta. Aquí hay que echar el resto.
Duro no durísimo. Con desnivel, técnicos, raíces, lajas, contra-peraltes sobre losas cortantes que son una auténtica delicia para los sanitarios de urgencias. Así me fue que tanto arriesgar me costó dar más volteretas que un gato en un paso de éstos y mi hombro se quedó con la huella. Sin consecuencias irreparables.
Imprescindible este sendero para un día de enduro. Una vez en Badaín, nos metemos en el GR-19 que surca la ribera del Cinca y con unos cuantos avatares y esfuerzos llegas sin peligro a Laspuña, ya de vuelta.
No os equivoquéis, es duro este tramo, pero no es técnico y merece la pena como iniciación.
En general una ruta muy completa y técnica en su parte de sendero. Preciosa. No se puede pedir más. Bueno sí, las cervezas de Escalona y la conversación post-ruta. Algo inherente a todo buen endurero. Un poco de relax y a comprar un regalo para los que esperan en casa y así suavizar la ausencia. Y qué mejor que unos chuletones de vaca denominación de origen Sobrarbe. Buenísima. De postre una mariconada de la pastelería y a tomar por saco todo el entrenamiento. Eso sí, que nos quiten lo bailao. Un placer compartir este poco tiempo con ustedes-vosotros que sentís lo mismo que nosotros hacia la montaña. No será la última ni mucho menos y que sea pronto la siguiente. Un saludo.
Os adjunto también las reseñas de la ruta porque están publicadas en la página de la Zona Zero (a la que os invito a entrar encarecidamente ya que es soberbia y contiene mucho y muy buen trabajo) y os matizo que nuestra ruta fue una variante sobre la base de la ruta ZZ008. Al final de la corrida salieron sobre 40 km y 1250 m de desnivel positivo. Buen bagage para un inicio de temporada. A seguir así.
Lo bueno de esta ruta es que se puede adaptar desde el enduro más extremo a una salida ralillera total haciendo el descenso por pista hasta el Brocal y bajando por el refugio y la pista de Laspuña. Eso sí, el marco incomparable.
http://www.bttpirineo.com/es/rutas-btt-pirineo/zz-008-selva-irues
Nos vemos en el monte. See you little canal sparrows. Lagartija.
AS CIMAS. Club de montaña.