Hola a todos.
No es que últimamente no salga en bici, no. Lo que ha retrasado las publicaciones habituales -de éste que suscribe- es que ahora me he dedicado a trabajar mucho, a portarme bien a la espera de que SS.MM. los Reyes Magos de Oriente se porten bien conmigo, así como yo espero haberme portado a la altura que se merece el resto del mundo durante los 365 días precedentes. Es por eso y no por otra cosa que a la espera de la última novedad paso a relatarles la aventura mecánica que me deparó este fin de semana pasado.
Como todo buen …, y expuesto esto que nadie se lo tome por la tremenda; siguiendo el dicho: “Un español con una cerveza en la mano lo sabe todo”. Pues eso, poco cabe añadir. Me lié a montar unos platos Rotos Q-Rings, los QX3 ¡Eh! Impresionante documento. Dotado de herramientas diversas, tiempo y una cerveza me lié a desmontar como habitualmente hago mi bici de monte. Sin problemas. Entre tanto pensaba para mis adentros; “mira así aprovecho para limpiar y engrasar”. Nada más lejos de la realidad. Previsto con la llave dinamométrica apropiada (véase la mano, manojo de chorizos) para ajuste y apriete con los 7 Nm que prescribe el manual, grasa, llaves allen, etc, etc, y el banco de trabajo poco miedo me da lanzarme a la aventura.
En fin Serafín. Una vez todo desmontado, limpio con su cepillo untado en gasoil, seco y presto para montar, me encuentro con el primer problema. Dios mío ¿qué hago ahora? El plato no es oval. (Notejoe, motivo por el que lo compré) Pues eso, hacia ¿dónde? No lleva referencia. Lo monto a la buena de Dios. Para qué me habré metido. Llamo a un colega y la solución surgió por sí sola. Un hombre razonable a la par que buen mecánico me pone sobre la pista. Tío, ¿has leído el manual de montaje? Joé. Puessssssssssssssssssssss…………………….no. Se te va la pinza, kioll. Es verdad. Hala a buscar los papeles. Me leo todo de cabo a rabo y visiono algún video de montaje y la verdad que una vez comprendido tampoco tiene mucha enjundia Llego a la conclusión práctica de cualquier mecánico avezado. La primera vez vale, pero luego, no hay excusa. Me lío al tajo. Primero la amplitud del ángulo, 135º, luego la posición del plato. La cara de montaje del plato. Limpiar y engrasar tornillos. Apriete correcto en el orden indicado y con la fuerza prescrita. Un traguico a la birra. Inmediatamente el protector del plato y acto seguido el plato pequeño con iguales instrucciones. Doble plato montado. Parece que va bien. Si es queeeeeeeeeeeeeee…
Bueno ahora a ajustar el desviador. Perfecto. El doble mando que también me faltaba cambiar por rotura en un día de enduro por Arguis y unos puños nuevos. ¡Vaya restyling más chulo que me he hecho! Engrasar y limpiar de nuevo y a darle. Preciosa me ha quedado.
Pues eso, liada de principio pero por fin salió el sol por Occidente. Todo esto hecho porque me sobraba una hora. Más me hubiera valido entrenar en el rodillo, pero la verdad es que estoy hasta el moño de parecer un hamster dando pedales. Sólo me falta el plato de maíz al lado de la bici. Es lo que tiene el invierno. Por cierto, gracias Ricard, por tener sentido común, el menos habitual de los sentidos.
Para finalizar os diré que estuve barajando la posibilidad de montar un monoplano pero al final la deseché porque llevo una lesión en la rodilla que espero remita y en breve darle cera a tope. Con estos platos y LEYENDO las características técnicas y demás información que provee la página oficial de ROTOR, espero que cumpla mis expectativas y pueda corregir este pequeño problema.
Ahora a esperar la rueda de 27’5 pulgadas. Próxima novedad y ajuste en la suspensión y geometría. Será para otro sarao.
Un abrizo. Que seáis muy felices estos días, muchas pedaladas, montar en bici y disfrutar todo lo que podáis. Felices rutas.
Goyosa Nabidá e goyosa Añada Benién!