Abay – Noves – Canias – Borau – Alto Aratores – Sierra de los Angeles – Collado de Seres – sendas hasta Bisar – Pte. S. Miguel
CRÓNICA DE LA SALIDA:
Salida de otoño, … ni idea de donde ir, pero les enseño a los compis mis nuevo carrete de piñones, que ya que me lo tenía que cambiar, elegí uno más grande, tamaño paellera valenciana (el más grande es de 40 dientes).
Parece ser que esto les inspiró y propusieron hacer la vuelta a la Sierra de los Angeles, pero al revés, subiendo desde el puerto de Borau.
Salimos por el puente de S. Miguel y nos fuimos hacia Abay, por el camino e la Botiguera. De Abay fuimos hacia Ascara, pero nada más cruzar el río Lubierre, subimos, remontando el margen del cauce del río, hacia Novés.
Este primer cruce del río se hace muy bien por la derecha, sobre una losa de hormigón que tiene. Pero a partir de allí, hay que remontar por el cauce del río y el resto de cruces del cauce del río, o tienen vados no muy profundos, o tienen hileras de piedras para poder pasar por encima.
Se pueden pasar todos sin meterte en mucho problemas, pero sin pasarelas de ningún tipo, ya que es un río que en primavera baja muy fuerte, por los que o pones un puente “de verdad”, o se llevaría los “puentecitos” o pasarelas que le pusieras.
Desde luego, es un tramo que solo se puede hacer si sabes que el caudal del río es bajo, como era el día que salimos.
Al final, llegamos a una pista muy cómoda, por la que seguimos hasta llegar a Novés. Desde allí, se ven los pueblecitos de Araguas del Solano y de Canías, en lo alto. Seguimos un trocito por carretera, hasta el “Molín d’Araguas”, donde se toma la pista que sube de Canías hacia Borau.
Desde Borau, por carretera, hasta el puerto de Borau, con unas rampas potentísimas, una subida que se hace larga.
Y, desde este puerto, se sube hacia la Sierra de los Angeles y el Grosín. Os aseguro que aunque estrenaba piñones más grandes, no me sobró ni un diente de desarrollo. Tras un primer tramo de bosque, tenemos un par de rampas potentísimas en el que es necesario meter todo el desarrollo. Y aún con todo, como resbales y pongas pie a tierra, ya no hay manera de volver a montarse.
Alberto, por simple compañerismo, sube andando un tramo al ver que yo había perdido tracción y subía andando. Ya me dijo que lo hacía por no hacerme quedar mal. Que, aunque iba sobrado para hacerlo montado, entendía que todos teníamos sentimientos. El animalico de Guillermo se lo subió todo sin echar pie a tierra.
Impresionante subida, dura no, durísima. Gracias a mis nuevos desarrollos no volví a poner pie a tierra. Para mi asombro fui capaz de subir montado todas las cuestas, poniendo solo una vez pie a tierra. Una semana antes, estoy convencido que no podría haber realizado tal proeza. Pero os aseguro que son muy potentes, con mucha pendiente, es aconsejable llevar un buen desarrollo.
Una vez llegamos al monte Grosín, comienza una zona de falso llano (sube- baja), antes de iniciar la larga bajada por toda la Sierra de los Ángeles. En esa zona se cierra algo más el bosque y nos encontramos que está el firme algo más embarrado y hay algunas rodadas, pero afortunadamente lo pasamos sin problemas.
Este tramo de pista nunca lo había hecho de bajada y la verdad es que es muy bonita. Merece la pena parar de vez en cuando y disfrutar del paisaje, especialmente ahora, en otoño.
Bajamos, disfrutando de cada giro, ya que se va por la cresta de la sierra y conforme se gira, se van abierto nuevos paisajes, nuevas panorámicas.
AL llegar al Collado de Serés (donde confluyen las pistas que suben del Puente las Grallas y la de Guasillo), nos encontramos con un grupo de cazadores. Charramos un ratico y nos aconsejan bajar hacia el puente las Grallas, por evitar acercarnos a la zona donde ellos iban moverse, por lo que decidimos hacerles caso.
Y entonces vino mi gran descubrimiento. No conocía que en esa bajada hay unas trialeras que “alcorzan” (atajan) algunos tramos de pista. Son ciclables en gran parte y ahora en otoño están espectaculares.
Disfrutamos horrores en estos tramos cortitos, que enlazas con cortos tramos de pista.
Está el Pirineo espectacular, tenemos un otoño maravillas a estas alturas. De todas estas trialeras, tenemos un tramo complicado por haber muchas raíces y un último tramo para llegar a la pista, que la hacemos “destrepando”, con la bici en la mano.
Todo un descubrimiento. De vuelta, para no subir la odiosa subida del Arbol de la Salud, decidimos darnos un tranquilo paseo por una pista muy bonita que pasa por debajo de la central hidroeléctrica, para entrar a Jaca por el puente S. Miguel, mismo sitio por el que hemos salido.
MAPAS:
PERFIL:
En el perfil se puede ver perfectamente, como tenemos un primer tramo de sube-bajase en los que la pista va subiendo al pueblo y bajando al río para cruzarlo, vuelves a subir y luego a bajar, pasando así Abay, Nobes y Canías.
Posteriormente tenemos la pista que sube a Borau, que es más constante, de continua subida con algún tramo de descanso.
Y finalmente el “subidón” desde Borau hacia la Sierra de los Ángeles, con un primer tramo por carretera hasta el puerto y después por pista, subiendo auténticas paredes.
Pero la bajada, no os la perdáis, … también muy empinada y con ls trialeras finales, hasta llegar a Bisar. Desde allí, planeamos para volver por el puente de S. Miguel.
ALGUNOS DATOS DE LA RUTA:
Difícil por ser muy exigente tanto físicamente (potentes rampas de subida desde Borau hasta la Sierra de los Angeles), como técnicamente (trialeras de la bajada del Collado de Serés hasta el puente de las Grallas).
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VIDEO:
Con todas estas fotos he hecho un pequeño vídeo, espero que os guste, ¡hasta la próxima!
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