El país de los gnomos.
Los hayedos de Irati. Al punto de la mañana no tienes ganas ni de dar pedales ni de retirar el edredón de la cama. Allí calentito no apetece otra cosa que arroparte, y en el mejor de los casos irte hacia el toro, arrimando con valentía…hasta que te llevas una “corná” Así es la vida. La conversación sería más menos de este tenor.
.- Mi amor ¿te hace una voltereta o me voy con la bici?
.- Abrígate que hace frío.
Pues bueno, al monte se ha dicho. Había preparado ya el coche y quedado con el tío Tanano (que es muy facilón de convencer para las embarcadas de este tipo). Lo mismo:
.-¿Te vienes a Zubiri- Irati-?
.-Venga, a muerte, como si no hubiera mañana, me lo hago tó.
.- Bueno, entonces me lo tomo como un sí.
Total que entre ponte bien y estate quieta me paso a buscarlo y arreamos hacia Zubiri, en la base del puerto de Erro, Navarra. Allí esperaban el resto de colegas que se habían desplazado también en busca de territorio más húmedo y poblado de vegetación.
Reunión y cafés. Almuerzo por su sitio y por fin arrancamos hacia el alto de Urkiaga en busca de la salida de la ruta. Pero, como en toda tierra de garbanzos aquí también los hay negros. Los garbanzos, digo. Allí esperaba la sorpresa del día en forma de guarda del coto, el cual nos invitaba a abandonar el lugar, puesto que estaban cazando. Ya podéis intuir el contexto. “El Señor Marqués está cazando y no quiere que le molesten”. Lamadrequelosparió. Y no sólo es que me enerve, no, es que había decenas de personas buscando setas, paseantes, niños, etc y sólo a nosotros se nos advirtió que seríamos amonestados por el Seprona. 
Cosa que dudo mucho, con lo cual y ante el peligro de perder todo el día en disquisiciones filosóficas dimos media vuelta y nos bajamos a la zona del pantano (igualmente bonita) y sin el riesgo del tiro de un “palomero”. En fin paciencia. No estamos para discutir y así nos los aconsejaron también los colegas navarros.
Y’astamos pues. En el pueblo de Zubiri hacía más calorcico. Se notaba. Así que nuevo pertrecho y con los colegas de As Cimas, que a la sazón eramos unos cuantos, 12 aberronchos a saber (el tío Tarrino, Miguel Cirac, Miguel, Ñandú, Manuel, “El Calas”, Sherpa, Diesel, Alfonso, Tanano, Sergio y Lagartija) se nos reconocía a la legua. 
Camisetas de enduro del club, máquinas de monte y mucho jaleo era nuestra señal de identidad. Día de fiesta y enduro. No nos lo van a empañar.
Iniciamos la ruta. Top’arriba. Pero al revés. Cagontoloquesemenea. Diesel, alicate, deja los carajillos y céntrate en el gps. Por cierto, menos mal que el Tio Diesel llevaba tracks de reserva para hacer otra ruta alternativa si no nos hubiéramos comido los mocos. Muy bien zagal. Pues eso, carretera y manta y hasta la entrada de la presa.
La temperatura de la cafetera empieza a subir. La pista pinta bien pero buscamos el sendero de subida adentrándonos en el bosque. Aquí empieza el baile. Je, je, je. Los gps se pierden y nuestros rastreadores nos llevan por lugares impropios, buscando lo oscuro. O no. Al final tomamos la senda buena y remontamos unos cuantos metros, pasando por el pantano, remontando por pista alfombrada de hojas y sendero pedregoso totalmente tapizado por una mezcla de humedad, verdín y hojas que nos transporta a tiempos de lluvia, a paisajes diferentes, boscosos, norteños, paradisíacos al ojo del hombre de estepa, un lugar privilegiado poblado por una variedad de hayas, castaños, fresnos, abetos y pinos en las zonas más próximas a la pradera. 
La vegetación es reconocible porque el Pirineo navarro (en su vertiente más Atlántica) posee esa característica que los distingue del resto. Su humedad, los helechos, David el Gnomo escondido detrás de un árbol, las plantas que en el Pirineo Central son difíciles de encontrar, y ………….las setas. 
¡Ondia si había setas! Me pongo malo. Joééééeé´. Hasta boletos cogí. Y me los comí.
Bueno a lo que voy vengo. Pues allí estamos los 12 subiendo por la hojarasca del bosque limpio, entre hayas centenarias. Del ramal, la bici en alguna ocasión y disfrutando de la ruta, bueno alguno más bien se cag…., pero eso es otra historia. Es lo que tiene ser un “afemador pofesioná”. Macho, a mí no me gusta hablar pero he visto mojones más pequeños. Los way points se ponen pero en el gps. Qué tío, ya le dijimos: “Si tiene ojos y te quiere abrazar ponle nombre”. JAJAJAJA. En fin así son los cuerpos y ….las mentes.
Tras este momento escatológico y de risión total en el camino avanzamos hasta coronar la subida y alcanzar el alto del refugio mirando a Egozkue. Aquí un receso, un bocadillo, una charrada y ……..¿dónde está Diesel? Se ha perdido otra vez. Impresionante. A llamar. “Estoy 200 m más abajo”. Bueno no pasa nada. Ahora te recogemos. Receso y bien armados con las protecciones para abajo. Enseguida nos juntamos, pero …………….”¿Tío, andestás?” Dios mío, otra vez. En fin Serafín, ahí va el Ebro. Minutos más tarde estamos reagrupados y en marcha cresteando el sube y baja por el cordal, con vistas al valle, junto a las majadas de pastores, los cercados del ganado y las casetas del tiro al paso de la paloma. Las vistas son impresionantes. Supongo que tocará bajar. Pues no. Otro sube y baja hasta llegar al cruce de la carretera y por fin la senda que nos llevará de Usetxi al final, pero no tan rápido, una última subida y lo dicho hacía más calor que foll…do debajo de un plástico.
Ahora viene lo bueno de verdad. Reagrupación. Nervios, falta de oxígeno en el cerebro porque ya llevamos un rato de pedal y desnivel. Risa floja y comienza la senda. Toca tirar de técnica. Me encanta. Ajusten los settings. Ya no hay camino y los 12 nos transformamos en una serpiente que arrea senda abajo entre ramas de avellano y haya, bojes que te abrazan y alguna que otra ortiga. Se cierra la vía y el manillar pasa a duras penas. Los troncos se cruzan caprichosamente en la trazada y te vuelves conservador porque una tollina en estas condiciones y a velocidad que vas te puede dejar el morro como la Mari Trini Se te pelean los dientes por salir de la boca. Se nota más temperatura en el ambiente y en los discos de freno. Alguna trampa en forma de escalón, raíz y tocón en el suelo te ponen los flujos a punto de nieve. Un placer. El tío Tanano arrea delante de mí para darle más emoción si cabe al zigzag hasta que por fin llegamos a la losa. Encefalograma plano. Tooooooooooooooopabajo. Yejaaaaaaaaaa. Hala con desnivel salvaje y sin frenos, culo atrás y haciendo ceprén hasta con el Ojo de Mordor. Menos mal que el boj es tu amigo y te frena. Salvado el obstáculo del día, el tío Tanano, Tarrino y servidora nos damos por satisfechos. Hay que advertir a los demás para no tener un accidente y que cada cual baje por donde guste. Había senda alternativa y es un detalle. Igual que en un salto del final que te pone mirando a Cuenca como no te des cuenta. Y al final, llegó el final. Risa, abrazos, felicitaciones y una senda que nos ha hecho disfrutar más que un mico con una caja de bombas.
Regreso a Zubiri y al Gau Txori. Unas cervezas, a comentar la jugada y casi todos satisfechos porque al día siguiente habrá más. Un privilegio a la altura de pocos. Qué suerte kiollllls. En fin, nosotros recogemos, porque volveremos al valle del Zierzo. Son fiestas y eso también alegra, pero nos dio un nosequé dejarlos allí a los colegas.
Un auténtico placer disfrutar de semejante día de monte, en un entorno maravilloso y con un grupo que empezó poco a poco, pero que a fecha de hoy está muy “entonao” y con perspectivas de que va a consolidar un nivel alto. Enduro puro. Buen ambiente. Buena gente. Montaña. Ainsssssssssssssssssssssssssss. Me tocará volver a trabajar y sólo disfrutaré otra vez contando lo sucedido, bajo el prisma de mis sensaciones.
Un abrizo colegas. Menudo día más bueno. Se os saluda. El resto disfrutar de lo expuesto y si podéis no os perdáis una salida por IRATI.
See you little Canal sparrows. LAGARTIJA.
Grupo de Enduro AS CIMAS.
